¡Hola a tod@s!
Recientemente encontré un artículo titulado ¿Qué hacemos jefe?, mismo que publica Alejandra Clavería en la revista America Economía en su edición digital, y me llamó poderosamente la atención por el impacto psicológico y de salud, más bien de enfermedad, que está teniendo la actual crisis económica y financiera a nivel mundial.
Ahora transcribo algunos fragmentos del artículo referido, a saber.
"En las últimas semanas se han multiplicado las noticias de millonarios inversionistas que al ver el tamaño de sus pérdidas con la crisis decidieron pegarse un tiro, lanzarse a un tren o cortarse las venas. No resistieron la presión y la tensión del fracaso y al igual que ocurrió en la crisis del 29, decidieron suicidarse. La tensión de los malos resultados puede llevar al extremo algunos trastornos mentales, tal como lo advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS) en octubre de 2008, cuando informó que la incertidumbre del adverso panorama financiero probablemente ocasionaría en las personas enfermedades como la depresión, los desórdenes bipolares e incluso el incremento en el número de suicidios.
Esto no sólo se da entre quienes pierden millones de dólares en la bolsa. También puede darse en aquellos a los que les toca liderar organizaciones cuyos resultados están sujetos a la coyuntura global. Aunque no necesariamente pueden llegar al suicidio, la tensión que pueden sufrir los líderes de las organizaciones en estos tiempos puede llevarlos a situaciones límite."
Es coincidente el artículo con lo que hace algunos días estuvimos conversando los integrantes de la Academia de Psicología Organizacional, de la Facultad de Psicología, al respecto de que los estudiantes requieren temas "nuevos" para sus trabajos de investigación y de proyecto recepcional. Aquí hay campo para aplicación de la psicología desde diferentes perspectivas.
Siguiendo con el artículo de Clavería toma la siguiente cita: "Llevar la etiqueta de líder no significa que los ejecutivos sean inmunes a la incertidumbre, cambios repentinos de escenarios y las malas noticias", dice Cristina Simon, decana de la IE School of Psychology. "Por lo tanto, las reacciones de pérdida de control podrían ser completamente normales, incluso en gestores con experiencia".
Inquietante el panoramo, y de gran oportunidad para aquellos que practicamos la psicología podamos ayudar a mejorar la calidad de vida de los ejecutivos en las organizaciones.
¿Qué opinan ustedes?
Esta misma semana terminaré de comentar el artículo referido, por lo que pronto estaremos en contacto de nuevo.
Cordialmente
No hay comentarios:
Publicar un comentario